ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

¿Qué hace uno luego de asistir a una despedida de amigos que se van a Israel? No de turistas, no de mochileros, estudiantes o de negocios, sino que se van en serio, se van a vivir o como lo dice la jerga “paisana”: hacen Aliá.

En lo personal, y ése es el tenor de esta nota, los recuerdos se agolpan, las sensaciones afloran y las ganas de hacer maletas se deben dominar. Cuando Niso Palti, el Rabino de la Comunidad sefaradí, habló apenas unos días atrás con los los nuevos olim, sus palabras me parecieron una especie de espejo: “Lloro por mi tierra, porque también es mi tierra”.

Y, lo comprendo, sobre todo porque él estuvo 12 años allá y yo sólo 5 años y medio. Pero con eso he tenido suficiente para soñar, desde el 91 a la fecha, varias ocasiones en que estoy de vuelta, recorriendo las calles del vecindario de Najlaot. Yo vivía en Nar Prat 22.

Pero la realidad en ocasiones no coopera, como lo dijo un escritor inglés. Y por eso mi doble felicitación para los Olim. Aunque hay que considerar algo muy seriamente. Laura Aprat, la Shlijá, citó a Mark Twain: “Dentro de 20 años, te arrepentirás más por las cosas que no hiciste, que por las que hiciste”. ¡Qué puntería!, tanto del escritor como de la Shlijá.

En general, todos aquellos que hablaron esa noche, la Embajadora de Israel en México Rodica Radian Gordon, Eliahu Shaul de la Agencia Judía, Zvi Sever del Keren Hayesod, el representante de los Olim, el rabino … todos dijeron verdades. Una de ellas es que hay qué vencer los obstáculos y que hay qué pensar, ya estando allá, en términos de permanencia y no sólo de pasada. Como cantara el Rabino Carlevach: Ha ikar, ve a Ikar, lo lefajet clal” (Lo principal, y lo principal, es no temer).

Col ha Kavot le Olim! Todos los honores a los olim jadashim!